Cómo Emprender hasta en los peores escenarios
Es un lugar común decir que las crisis potencian la creatividad y es el combustible de muchos emprendimientos. Pero, pocos aplican en su cotidianidad está máxima. No es lo mismo estar en medio de una crisis, con posibilidad de salir huyendo en cualquier momento, que padecerla sin salida posible.
Muchos emprendedores tratan de aportar soluciones a los diferentes problemas que padece la gente, uno más urgentes que otros, pero son pocos los que se ven compelidos por las circunstancias de su entorno a desarrollar soluciones en medio del desastre.
Imagine usted un escenario como una guerra devastadora, donde las instituciones públicas estén destruidas y la gente llena de desesperanza y en medio de ese desastre alguien tenga las ganas y la voluntad de crear soluciones que lleven alivio a la gente. Gente así es de admirar y premiar.
Y no estamos hablando de creaciones materiales, no, muchos de los grandes emprendedores, simplemente apostaron por desarrollar otras maneras de llevar esperanza a sus pueblos y a su gente.
Basta ver la lista de muchos de los ganadores de los premios Nobel de la Paz, para encontrar en estas personas la determinación y el entusiasmo para transformar su entorno. Aquí hemos reseñado varios casos.
Pero de igual manera, muchos emprendedores no se resignan a aceptar las cosas en su entorno inmediato y desarrollan ideas que traigan alivio material a su gente, a su entorno.
Este es el caso de un emprendedor venezolano, quien ha desarrollado una solución a un problema que otros no solo no les interesa sino que les causa aprensión el solo pensar en ello. Desarrolló un ataúd biodegradable, barato y bueno, como lo dice en sus propias palabras.
Venezuela es un país de América del Sur, que hoy padece los estragos de gobiernos populistas que la han sumido en el caos, la ruina y la miseria. De ser una de las naciones más ricas del hemisferio, hoy es un país depauperado, donde la gente solo piensa en huir.
Millones de venezolanos han salido huyendo de la crisis pavorosa que ha creado la instauración en esa nación del modelo cubano de desarrollo.
Otros no tienen esa suerte y han quedado a merced no solo de las inclemencias económicas y sociales sino del hampa que está desatada porque en la lucha por el poder político se ha perdido la institucionalidad y el hampa común es un poder tan fuerte como el propio estado.
Los fines de semana, en cualquier ciudad de Venezuela, trae un parte de guerra con decenas de muertos, súmele a esto una de las inflaciones más altas del mundo, la carencia de insumos básicos para elaborar cualquier bien, como los ataúdes o cofres mortuorios, y tendrá un gran problema que afecta a los más pobres, que son las víctimas donde se ceba el hampa.
Este es un escenario nada halagüeño, que solo lleva angustia a un gran grueso de la población de aquel país.
Lo que se vive en Venezuela se parece mucho a una guerra, sin embargo el país no está en conflicto con otro país, simplemente la mala administración actual está generando estos resultados: muertes que se contabilizan en miles a manos de la delincuencia común.
Venezuela es el país más violento de la región, con una tasa de asesinatos de 90 personas por cada 100 mil habitantes. Solamente en 2015 hubo 28.875 homicidios según el Observador Venezolano de la violencia.
¿Ante un escenario así que hacer? Lo ideal sería que los responsables, encargados del gobierno trataran de resolver los grandes problemas sociales y económicos que afectan a esa nación, pero mientras tanto las personas siguen muriendo y no tienen como hacerle frente a los gastos que implica el entierro de sus seres queridos.
Es allí donde unos emprendedores idearon crear ataúdes de cartón ultraresistente para paliar la angustia de muchas de estas familias. Eloy Angulo, que se así se llama el emprendedor, está a punto de sacar al mercado, un ataúd elaborado en 70% de materiales reciclables, entre ellos cartón.
No es que ese invento sea nuevo, de hecho ya en este sitio habíamos reseñado la creación de ataúdes biodegradables, el hecho, y lo que a nosotros nos importa reseñar, es que el señor Angulo, en vez de lamentarse por la situación, simplemente buscó una solución que ayudara a los que la están necesitando.
Esa es la labor de las personas que cambian al mundo. Las crisis no los detienen, por el contrario los animan a desarrollar soluciones en bien de los demás.
Espero que esta historia le haya dado aliento para seguir en su lucha de cambiar el mundo, saludos.